Versículos bíblicos sobre Padre

Maldito el que deshonrare á su padre ó á su madre. Y dirá todo el pueblo: Amén.

Y dijo á su padre: ¡Mi cabeza, mi cabeza! Y él dijo á un criado: Llévalo á su madre.

Y vino Jacob á Isaac su padre á Mamre, á la ciudad de Arba, que es Hebrón, donde habitaron Abraham é Isaac.

En Dios está mi salvación y mi gloria: en Dios está la roca de mi fortaleza, y mi refugio.

ALABAD á Jehová, porque es bueno; porque para siempre es su misericordia.

No temas, que yo soy contigo; no desmayes, que yo soy tu Dios que te esfuerzo: siempre te ayudaré, siempre te sustentaré con la diestra de mi justicia.

El que vive, el que vive, éste te confesará, como yo hoy: el padre hará notoria tu verdad á los hijos.

Pusísteles término, el cual no traspasarán; ni volverán á cubrir la tierra.

Porque yo Jehová soy tu Dios, que te ase de tu mano derecha, y te dice: No temas, yo te ayudé.

De la familia de los hijos de Manasés, hijo de José, fueron mujeres; y la heredad de ellas quedó en la tribu de la familia de su padre.

Dijo entonces David á Jonathán: ¿Quién me dará aviso? ó ¿qué si tu padre te respondiere ásperamente?

Jehová haga así á Jonathán, y esto añada. Mas si á mi padre pareciere bien hacerte mal, también te lo descubriré, y te enviaré, y te irás en paz: y sea Jehová contigo, como fué con mi padre.

Entonces él dijo: ¿Qué prenda te daré? Ella respondió: Tu anillo, y tu manto, y tu bordón que tienes en tu mano. Y él se los dió, y entró á ella, la cual concibió de él.

Y venida la mañana, he aquí que era Lea: y él dijo á Labán: ¿Qué es esto que me has hecho? ¿no te he servido por Rachêl? ¿por qué, pues, me has engañado?

JEHOVÁ reinó, temblarán los pueblos: él está sentado sobre los querubines, conmoveráse la tierra.

Oye, oh Jehová, mi voz con que á ti clamo; y ten misericordia de mí, respóndeme.

Tú abriste fuente y río; tú secaste ríos impetuosos.

Ni de pestilencia que ande en oscuridad, ni de mortandad que en medio del día destruya.

Por ti he sido sustentado desde el vientre: de las entrañas de mi madre tú fuiste el que me sacaste: de ti será siempre mi alabanza.

La hierba se seca, y la flor se cae; porque el viento de Jehová sopló en ella: ciertamente hierba es el pueblo.

¿Qué pagaré á Jehová por todos sus beneficios para conmigo?

Cesa, hijo mío, de oir la enseñanza que induce á divagar de las razones de sabiduría.

BENDICE, alma mía, á Jehová; y bendigan todas mis entrañas su santo nombre.

Sácianos presto de tu misericordia: y cantaremos y nos alegraremos todos nuestros días.

Sea tu mano sobre el varón de tu diestra, sobre el hijo del hombre que para ti corroboraste.

No deseches, hijo mío, el castigo de Jehová; ni te fatigues de su corrección:

E Isaac dijo á Jacob: Acércate ahora, y te palparé, hijo mío, por si eres mi hijo Esaú, ó no.

No temas delante de ellos, porque contigo soy para librarte, dice Jehová.

Que has guardado á tu siervo David mi padre lo que le dijiste: dijístelo con tu boca, y con tu mano lo has cumplido, como aparece este día.

Mas tú, Señor, Dios misericordioso y clemente, lento para la ira, y grande en misericordia y verdad;

Yo le seré á él padre, y él me será á mí hijo. Y si él hiciere mal, yo le castigaré con vara de hombres, y con azotes de hijos de hombres;

Porque al que ama castiga, como el padre al hijo á quien quiere.

He aquí vienen días, en que cortaré tu brazo, y el brazo de la casa de tu padre, que no haya viejo en tu casa.

Ruégoos pues ahora, me juréis por Jehová, que como he hecho misericordia con vosotros, así la haréis vosotros con la casa de mi padre, de lo cual me daréis una señal cierta;

He aquí, cuando nosotros entráremos en la tierra, tú atarás este cordón de grana á la ventana por la cual nos descolgaste: y tú juntarás en tu casa tu padre y tu madre, tus hermanos y toda la familia de tu padre.

Y que salvaréis la vida á mi padre y á mi madre, y á mis hermanos y hermanas, y á todo lo que es suyo; y que libraréis nuestras vidas de la muerte.

El es aventajado como el primogénito de su toro, y sus cuernos, cuernos de unicornio: con ellos acorneará los pueblos juntos hasta los fines de la tierra: y estos son los diez millares de Ephraim, y estos los millares de Manasés.

Todos los caminos del hombre son limpios en su opinión: mas Jehová pesa los espíritus.

Y las vecinas diciendo, A Noemi ha nacido un hijo, le pusieron nombre; y llamáronle Obed. Este es padre de Isaí, padre de David.

Y Caleb hermano de Sua engendró á Machîr, el cual fué padre de Esthón.