Versículos bíblicos sobre Viaje
Versículos bíblicos sobre Viaje
El viaje de la vida, al igual que los caminos recorridos por figuras en la Escritura, rara vez es una línea recta. Está lleno de giros inesperados, paisajes desafiantes y momentos de profunda belleza. Explorar los versículos de la Biblia sobre el viaje nos permite entender la presencia constante de Dios y su guía mientras navegamos por nuestro propio camino único. Estos versículos iluminan la importancia de la fe, la perseverancia y la dependencia de la palabra de Dios como nuestra brújula. A través de la Escritura, descubrimos que el viaje en sí, con sus pruebas y triunfos, es donde a menudo encontramos a Dios de manera más íntima, moldeándonos en los individuos que Él pretende que seamos.
Versículos más útiles
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Y enseña á ellos las ordenanzas y las leyes, y muéstrales el camino por donde anden, y lo que han de hacer.
Y partidos de Cades los hijos de Israel, toda aquella congregación, vinieron al monte de Hor.
Y partidos de Elim, asentaron junto al mar Bermejo.
Scripture Passages
Y llamóse aquel lugar Nahal-escol, por el racimo que cortaron de allí los hijos de Israel.
Y partiendo de Succoth, asentaron en Etham, que está al cabo del desierto.
Y tomó Abram á Sarai su mujer, y á Lot hijo de su hermano, y toda su hacienda que habían ganado, y las almas que habían adquirido en Harán, y salieron para ir á tierra de Canaán; y á tierra de Canaán llegaron.
Y movió Abram de allí, caminando y yendo hacia el Mediodía.
Tú ensanchaste mis pasos debajo de mí, para que no titubeasen mis rodillas.
Y Josué envió hombres desde Jericó á Hai, que estaba junto á Beth-aven hacia el oriente de Beth-el; y hablóles diciendo: Subid, y reconoced la tierra. Y ellos subieron, y reconocieron á Hai.
Empero entre vosotros y ella haya distancia como de la medida de dos mil codos: y no os acercaréis á ella, á fin de que sepáis el camino por donde habéis de ir: por cuanto vosotros no habéis pasado antes de ahora por este camino.
Y las vacas se encaminaron por el camino de Beth-semes, é iban por un mismo camino andando y bramando, sin apartarse ni á diestra ni á siniestra: y los príncipes de los Filisteos fueron tras ellas hasta el término de Beth-semes.
Y partidos de Jotbatha, asentaron en Abrona.
Llegué, pues, hoy á la fuente, y dije: Jehová, Dios de mi señor Abraham, si tú prosperas ahora mi camino por el cual ando;
Dijo entonces Saúl á su criado: Bien dices; ea pues, vamos. Y fueron á la ciudad donde estaba el varón de Dios.
Y el maná cesó el día siguiente, desde que comenzaron á comer del fruto de la tierra: y los hijos de Israel nunca más tuvieron maná, sino que comieron de los frutos de la tierra de Canaán aquel año.
Y la mujer de Jeroboam hízolo así; y levantóse, y fué á Silo, y vino á casa de Ahías. Y no podía ya ver Ahías, que sus ojos se habían oscurecido á causa de su vejez.
Y bendiciéndolos Josué, los envió: y fuéronse á sus tiendas.
Pasad por medio del campo, y mandad al pueblo, diciendo: Preveníos de comida; porque dentro de tres días pasaréis el Jordán, para que entréis á poseer la tierra que Jehová vuestro Dios os da para que la poseáis.
Porque no os es cosa vana, mas es vuestra vida: y por ellas haréis prolongar los días sobre la tierra, para poseer la cual pasáis el Jordán.
Y fuése Abram, como Jehová le dijo; y fué con él Lot: y era Abram de edad de setenta y cinco años cuando salió de Harán.
Y dirigiólos por camino derecho, para que viniesen á ciudad de población.
Y los hijos de Israel asentaron el campo en Gilgal, y celebraron la pascua á los catorce días del mes, por la tarde, en los llanos de Jericó.
Y tomó Abram á Sarai su mujer, y á Lot hijo de su hermano, y toda su hacienda que habían ganado, y las almas que habían adquirido en Harán, y salieron para ir á tierra de Canaán; y á tierra de Canaán llegaron.
Y movió Abram de allí, caminando y yendo hacia el Mediodía.
Y subieron también con él carros y gente de á caballo, é hízose un escuadrón muy grande.
Y un tío de Saúl dijo á él y á su criado: ¿Dónde fuisteis? Y él respondió: A buscar las asnas; y como vimos que no parecían, fuimos á Samuel.
Y llamóse aquel lugar Nahal-escol, por el racimo que cortaron de allí los hijos de Israel.
Salió pues el rey con todo el pueblo que le seguía, y paráronse en un lugar distante.
Y despidió Moisés á su suegro, y fuése á su tierra.
Y los príncipes de Moab se levantaron, y vinieron á Balac, y dijeron: Balaam no quiso venir con nosotros.
Y partidos de Rissa, asentaron en Ceelatha.
Entonces Israel envió embajadores al rey de Edom, diciendo: Yo te ruego que me dejes pasar por tu tierra. Mas el rey de Edom no los escuchó. Envió también al rey de Moab; el cual tampoco quiso: quedóse por tanto Israel en Cades.
Si enviares á nuestro hermano con nosotros, descenderemos y te compraremos alimento:
Y partieron de Beth-el, y había aún como media legua de tierra para llegar á Ephrata, cuando parió Rachêl, y hubo trabajo en su parto.
Y partiéronse, y el terror de Dios fué sobre las ciudades que había en sus alrededores, y no siguieron tras los hijos de Jacob.
Y fué que, cuando Dios me hizo salir errante de la casa de mi padre, yo le dije: Esta es la merced que tú me harás, que en todos los lugares donde llegáremos, digas de mí: Mi hermano es.
Que si no nos hubiéramos detenido, cierto ahora hubiéramos ya vuelto dos veces.
Por cuanto no os salieron á recibir con pan y agua al camino, cuando salisteis de Egipto; y porque alquiló contra ti á Balaam hijo de Beor de Pethor de Mesopotamia de Siria, para que te maldijese.
Y JEHOVÁ dijo á Moisés: Ve, sube de aquí, tú y el pueblo que sacaste de la tierra de Egipto, á la tierra de la cual juré á Abraham, Isaac, y Jacob, diciendo: A tu simiente la daré:
Y fué que como vió el pendiente y los brazaletes en las manos de su hermana, que decía, Así me habló aquel hombre; vino á él: y he aquí que estaba junto á los camellos á la fuente.
Y salía hacia el mediodía á la subida de Acrabim, pasando hasta Zin; y subiendo por el mediodía hasta Cades-barnea, pasaba á Hebrón, y subiendo por Addar daba vuelta á Carca;
Porque partieron de Rephidim, y llegaron al desierto de Sinaí, y asentaron en el desierto; y acampó allí Israel delante del monte.
Y como hubo comido del pan y bebido, el profeta que le había hecho volver le enalbardó un asno;
Los versículos de la Biblia sobre los viajes ofrecen profundas perspectivas sobre la experiencia humana, reflejando tanto viajes físicos como odiseas espirituales. Desde el éxodo de los israelitas, un testimonio de fe y liberación, hasta el ministerio terrenal de Jesús, un viaje de amor y sacrificio, y los viajes misioneros del apóstol Pablo, que muestran dedicación y evangelismo, estos pasajes ilustran que la vida misma es un viaje lleno de desafíos, crecimiento y propósito divino. Reflexionar sobre estos versículos nos anima a ver nuestras propias vidas como una peregrinación, guiada por la fe, sostenida por la esperanza y arraigada en el amor. Que abracemos las incertidumbres y cada oportunidad para el crecimiento y la transformación en el camino, confiando en que Dios camina a nuestro lado, proveyendo fuerza, sabiduría y, en última instancia, guiándonos hacia nuestro destino eterno. Que las lecciones extraídas de estos viajes bíblicos nos inspiren a vivir con propósito, buscar la voluntad de Dios y permanecer firmes en el camino que Él ha trazado ante nosotros.