Versículos bíblicos sobre Hombres
Versículos bíblicos sobre los Hombres
Explorar lo que dice la Biblia sobre los hombres es vital para entender el diseño de Dios para la masculinidad y nuestros roles dentro de las familias, comunidades e iglesia. La Escritura proporciona guía sobre el carácter, liderazgo, responsabilidad y relaciones. Examinar estos versículos permite a los hombres crecer en fe y esforzarse por vivir de acuerdo con la voluntad de Dios. Esta exploración puede inspirarnos a abrazar virtudes como la integridad, humildad y amor, moldeándonos en última instancia en los hombres que Dios pretende que seamos. Descubrir verdades bíblicas sobre los hombres nos empodera para vivir vidas con propósito, honrando a Dios a través de nuestras acciones e interacciones.
Versículos más útiles
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Luego, pues, que los de Israel se volvieron en la batalla, los de Benjamín comenzaron á derribar heridos de Israel unos treinta hombres, y ya decían: Ciertamente ellos han caído delante de nosotros, como en la primera batalla.
Volviéndose luego, huyeron hacia el desierto, á la peña de Rimmón, y de ellos rebuscaron cinco mil hombres en los caminos: fueron aún acosándolos hasta Gidom, y mataron de ellos dos mil hombres.
Y serviréis allí á dioses hechos de manos de hombres, á madera y á piedra, que no ven, ni oyen, ni comen, ni huelen.
Scripture Passages
Y á la mañana, cuando los de la ciudad se levantaron, he aquí que el altar de Baal estaba derribado, y cortado el bosque que junto á él estaba, y sacrificado aquel segundo toro en holocausto sobre el altar edificado.
Entonces él se volvió á Judá, y dijo: No la he hallado; y también los hombres del lugar dijeron: Aquí no ha estado ramera.
Yo voy el camino de toda la tierra: esfuérzate, y sé varón.
Y la mujer parió un hijo, y llamóle por nombre Samsón. Y el niño creció, y Jehová lo bendijo.
Y estaban espías en casa de ella en una cámara. Entonces ella le dijo: ¡Samsón, los Filisteos sobre ti! Y él rompió los mimbres, como se rompe una cuerda de estopa cuando siente el fuego: y no se supo su fuerza.
Abiezer de Anathoth, Mebunnai de Husa;
Habla ahora al pueblo, y que cada uno demande á su vecino, y cada una á su vecina, vasos de plata y de oro.
Y Esdras el sacerdote, trajo la ley delante de la congregación, así de hombres como de mujeres, y de todo entendido para escuchar, el primer día del mes séptimo.
Con saetas y arco irán allá; porque toda la tierra será espinos y cardos.
Y estuviéronse en sus lugares en derredor del campo: y todo el campo fué alborotado, y huyeron gritando.
Ni aumentará para sí mujeres, porque su corazón no se desvíe: ni plata ni oro acrecentará para sí en gran copia.
El infierno y la perdición están delante de Jehová: ¡cuánto más los corazones de los hombres!
Agrávese la servidumbre sobre ellos, para que se ocupen en ella, y no atiendan á palabras de mentira.
Y preguntó á los hombres de aquel lugar, diciendo: ¿Dónde está la ramera de las aguas junto al camino? Y ellos le dijeron: No ha estado aquí ramera.
Y aquel segundo día, saliendo Benjamín de Gabaa contra ellos, derribaron por tierra otros diez y ocho mil hombres de los hijos de Israel, todos los cuales sacaban espada.
Y fueron contados los varones de Israel, fuera de Benjamín, cuatrocientos mil hombres que sacaban espada, todos estos hombres de guerra.
Así todos los que de Benjamín murieron aquel día, fueron veinticinco mil hombres que sacaban espada, todos ellos hombres de guerra.
Y cayeron de Benjamín diez y ocho mil hombres, todos ellos hombres de guerra.
Pero se volvieron y huyeron al desierto á la peña de Rimmón seiscientos hombres, los cuales estuvieron en la peña de Rimmón cuatro meses:
Sé que Jehová os ha dado esta tierra; porque el temor de vosotros ha caído sobre nosotros, y todos los moradores del país están desmayados por causa de vosotros;
Si bien mientras viviere, dirá dichosa á su alma: y tú serás loado cuando bien te tratares.
Y los de su ciudad, los ancianos y los principales que moraban en su ciudad, lo hicieron como Jezabel les mandó, conforme á lo escrito en las cartas que ella les había enviado.
Y partiendo los de Dan de allí, de Sora y de Esthaol, seiscientos hombres armados de armas de guerra,
Y ACONTECIÓ después de días, que en el tiempo de la siega del trigo, Samsón visitó á su mujer con un cabrito, diciendo: Entraré á mi mujer á la cámara. Mas el padre de ella no lo dejó entrar.
Que la tierra abrió su boca y tragó á ellos y á Coré, cuando aquella compañía murió, cuando consumió el fuego doscientos y cincuenta varones, los cuales fueron por señal.
Y oyó Moisés al pueblo, que lloraba por sus familias, cada uno á la puerta de su tienda: y el furor de Jehová se encendió en gran manera; también pareció mal á Moisés.
Porque no os corrompáis, y hagáis para vosotros escultura, imagen de figura alguna, efigie de varón ó hembra,
Así trocaron su gloria por la imagen de un buey que come hierba.
Y estaban espías en casa de ella en una cámara. Entonces ella le dijo: ¡Samsón, los Filisteos sobre ti! Y él rompió los mimbres, como se rompe una cuerda de estopa cuando siente el fuego: y no se supo su fuerza.
He aquí yo estoy junto á la fuente de agua, y las hijas de los varones de esta ciudad salen por agua:
Entonces salieron en pos de él los hombres de Joab, y los Ceretheos y Peletheos, y todos los valientes: salieron de Jerusalem para ir tras Seba hijo de Bichri.
Y uno de los criados de Joab se paró junto á él, diciendo: Cualquiera que amare á Joab y á David vaya en pos de Joab.
Ahora pues, vecinos de Jerusalem y varones de Judá, juzgad ahora entre mí y mi viña.
Y reconociendo los príncipes de los Filisteos sus compañías de á ciento y de á mil hombres, David y los suyos iban en los postreros con Achîs.
Jehová en el templo de su santidad: la silla de Jehová está en el cielo: sus ojos ven, sus párpados examinan á los hijos de los hombres.
Mas los Siros huyeron delante de Israel: é hirió David de los Siros la gente de setecientos carros, y cuarenta mil hombres de á caballo: hirió también á Sobach general del ejército, y murió allí.
Sacando solamente lo que comieron los mancebos, y la porción de los varones que fueron conmigo, Aner, Eschôl, y Mamre; los cuales tomarán su parte.
Y todos sus siervos pasaban á su lado, con todos los Ceretheos y Peletheos; y todos los Getheos, seiscientos hombres que habían venido á pie desde Gath, iban delante del rey.
Ellos entonces se dieron prisa, y derribando cada uno su costal en tierra, abrió cada cual el costal suyo.
Y levantándose los de Israel y de Judá, dieron grita, y siguieron á los Filisteos hasta llegar al valle, y hasta las puertas de Ecrón. Y cayeron heridos de los Filisteos por el camino de Saraim, hasta Gath y Ecrón.
Explorar los versículos bíblicos sobre los hombres revela un retrato multifacético: fuerza, responsabilidad, liderazgo y un llamado a vivir rectamente. Estas escrituras subrayan la importancia de la integridad, humildad y amor como marcas de la hombría piadosa. Desde proveedores y protectores hasta guías espirituales dentro de sus familias y comunidades, los hombres son desafiados a emular el ejemplo desinteresado de Cristo. Reflexionar sobre estos versículos invita a la introspección. ¿Estamos viviendo a la altura de los estándares establecidos? ¿Estamos esforzándonos por ser hombres de honor, sabiduría y compasión? Usemos estas enseñanzas como una brújula, guiándonos para crecer en fe, carácter y nuestras relaciones con Dios y los demás. Los versículos ofrecen un camino hacia convertirnos en los hombres que Dios pretendía que fuéramos – fuertes en espíritu, inquebrantables en fe y dedicados a servir a los demás.