Versículos bíblicos sobre Hermana
Versículos bíblicos sobre la hermana
Explorar el vínculo de la hermandad a través de las Escrituras revela un tapiz de amor, apoyo y fe compartida. La Biblia ofrece vislumbres de las relaciones únicas entre hermanas, destacando sus roles como compañeras, confidentes y pilares de fortaleza. Entender estos versos nos ayuda a apreciar el profundo impacto que las hermanas pueden tener en nuestras vidas, reflejando el amor y la unidad encontrados en el cuerpo de Cristo. Mientras profundizamos en estos pasajes, que seamos inspirados para cultivar conexiones más profundas con nuestras propias hermanas, tanto biológicas como espirituales, reconociendo la belleza divina y el propósito tejidos en estos lazos sagrados. Que la Palabra ilumine la importancia de atesorar y elevar a nuestras hermanas en la fe y en la vida.
Versículos más útiles
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Maldito el que se echare con su hermana, hija de su padre, ó hija de su madre. Y dirá todo el pueblo: Amén.
Y halló Adad grande gracia delante de Faraón, el cual le dió por mujer á la hermana de su esposa, á la hermana de la reina Thaphnes.
Y tomóse Aarón por mujer á Elisabeth, hija de Aminadab, hermana de Naasón; la cual le parió á Nadab, y á Abiú, y á Eleazar y á Ithamar.
Scripture Passages
Y como ella se las puso delante para que comiese, él trabó de ella, diciéndole: Ven, hermana mía acuéstate conmigo.
Ciñó sus lomos de fortaleza, y esforzó sus brazos.
Ciñó sus lomos de fortaleza, y esforzó sus brazos.
Por su padre, ni por su madre, por su hermano, ni por su hermana, no se contaminará con ellos cuando murieren; porque consagración de su Dios tiene sobre su cabeza.
Mas Absalom no habló con Amnón ni malo ni bueno; bien que Absalom aborrecía á Amnón, porque había forzado á Thamar su hermana.
Todos estos fueron los hijos de David, sin los hijos de las concubinas. Y Thamar fué hermana de ellos.
Y á la verdad también es mi hermana, hija de mi padre, mas no hija de mi madre, y toméla por mujer.
El hombre falto de entendimiento toca la mano, fiando á otro delante de su amigo.
¡Cuán hermosos son tus amores, hermana, esposa mía! ¡cuánto mejores que el vino tus amores, y el olor de tus ungüentos que todas las especias aromáticas!
Mujer fuerte, ¿quién la hallará? porque su estima sobrepuja largamente á la de piedras preciosas.
Y dijo Abraham de Sara su mujer: Mi hermana es. Y Abimelech, rey de Gerar, envió y tomó á Sara.
Por su padre, ni por su madre, por su hermano, ni por su hermana, no se contaminará con ellos cuando murieren; porque consagración de su Dios tiene sobre su cabeza.
Y estaba Amnón angustiado hasta enfermar, por Thamar su hermana: porque por ser ella virgen, parecía á Amnón que sería cosa dificultosa hacerle algo.
¡Cuán hermosos son tus amores, hermana, esposa mía! ¡cuánto mejores que el vino tus amores, y el olor de tus ungüentos que todas las especias aromáticas!
Entonces su hermana dijo á la hija de Faraón: ¿Iré á llamarte un ama de las Hebreas, para que te críe este niño?
A la huesa tengo dicho: Mi padre eres tú; á los gusanos: Mi madre y mi hermana.
Y llamó Abimelech á Isaac, y dijo: He aquí ella es de cierto tu mujer: ¿cómo, pues, dijiste: Es mi hermana? E Isaac le respondió: Porque dije: Quizá moriré por causa de ella.
Y paróse una hermana suya á lo lejos, para ver lo que le acontecería.
El que cubre la prevaricación, busca amistad: mas el que reitera la palabra, aparta al amigo.
Yo dormía, pero mi corazón velaba: la voz de mi amado que llamaba: Abreme, hermana mía, amiga mía, paloma mía, perfecta mía; porque mi cabeza está llena de rocío, mis cabellos de las gotas de la noche.
Todos estos fueron los hijos de David, sin los hijos de las concubinas. Y Thamar fué hermana de ellos.
Entonces Amnón dijo á Thamar: Trae la comida á la alcoba, para que yo coma de tu mano. Y tomando Thamar las hojuelas que había aderezado, llevólas á su hermano Amnón á la alcoba.
Y respondieron los hijos de Jacob á Sichêm y á Hamor su padre con engaño; y parlaron, por cuanto había amancillado á Dina su hermana.
Y los ojos de Lea eran tiernos, pero Rachêl era de lindo semblante y de hermoso parecer.
Yo dormía, pero mi corazón velaba: la voz de mi amado que llamaba: Abreme, hermana mía, amiga mía, paloma mía, perfecta mía; porque mi cabeza está llena de rocío, mis cabellos de las gotas de la noche.
Ciñó sus lomos de fortaleza, y esforzó sus brazos.
Entonces su hermana dijo á la hija de Faraón: ¿Iré á llamarte un ama de las Hebreas, para que te críe este niño?
O por su hermana virgen, á él cercana, la cual no haya tenido marido, por ella se contaminará.
O por su hermana virgen, á él cercana, la cual no haya tenido marido, por ella se contaminará.
Tenemos una pequeña hermana, que no tiene pechos: ¿qué haremos á nuestra hermana cuando de ella se hablare?
Y llamó Abimelech á Isaac, y dijo: He aquí ella es de cierto tu mujer: ¿cómo, pues, dijiste: Es mi hermana? E Isaac le respondió: Porque dije: Quizá moriré por causa de ella.
Entonces respondió su hermano y su madre: Espere la moza con nosotros á lo menos diez días, y después irá.
El hombre falto de entendimiento toca la mano, fiando á otro delante de su amigo.
Y estaba Amnón angustiado hasta enfermar, por Thamar su hermana: porque por ser ella virgen, parecía á Amnón que sería cosa dificultosa hacerle algo.
Y á Basemath, hija de Ismael, hermana de Navaioth.
Y á Basemath, hija de Ismael, hermana de Navaioth.
Explorar los versos bíblicos sobre hermanas revela un tapiz de relaciones tejidas con amor, lealtad, apoyo y, a veces, desafíos complejos. Estas Escrituras ilustran el profundo vínculo entre hermanas, destacando sus roles como confidentes, protectoras y fuentes de fortaleza dentro de las familias y comunidades. Desde la devoción inquebrantable de María y Marta hasta la armonía familiar alentada en Proverbios, vemos que la hermandad, ya sea por sangre o por espíritu, es un don precioso. Reflexionar sobre estos versos nos anima a atesorar a las hermanas en nuestras vidas, tanto biológicas como elegidas. Que nos esforcemos por emular las cualidades positivas ejemplificadas en estas narrativas bíblicas, fomentando la compasión, el perdón y el apoyo inquebrantable en nuestras propias relaciones. En última instancia, comprender estas Escrituras nos permite apreciar el rol único y vital que las hermanas juegan en el diseño de Dios para la familia y la conexión humana.