Versículos bíblicos sobre Viaje
Versículos bíblicos sobre el Viaje
La Biblia, una guía eterna, ofrece profundas percepciones sobre el viaje, mucho más allá de meros trayectos físicos. A través de las Escrituras, descubrimos que cada viaje, ya sea a través de continentes o de los desafíos de la vida, es una oportunidad para el crecimiento espiritual y encuentros divinos. Los versículos sobre el viaje nos recuerdan que Dios es nuestro compañero constante, ofreciendo protección, guía y propósito en cada paso. Comprender el viaje a través del lente de la fe transforma nuestra perspectiva, permitiéndonos ver cada nuevo lugar y experiencia como una oportunidad para ser testigos de la creación de Dios, compartir Su amor y profundizar nuestra relación con Él, enriqueciendo en última instancia nuestras vidas con significado y propósito.
Versículos más útiles
Comienza tu estudio con estos pasajes cuidadosamente seleccionados
Y el sacerdote les respondió: Id en paz, que vuestro viaje que hacéis es delante de Jehová.
Y aconteció que, como entró Abram en Egipto, los Egipcios vieron la mujer que era hermosa en gran manera.
SUBIÓ, pues, Abram de Egipto hacia el Mediodía, él, y su mujer, con todo lo que tenía, y con él Lot.
Scripture Passages
Y movió Abram de allí, caminando y yendo hacia el Mediodía.
Y aconteció que cuando estaba para entrar en Egipto, dijo á Sarai su mujer: He aquí, ahora conozco que eres mujer hermosa de vista;
Y volvió por sus jornadas de la parte del Mediodía hacia Bethel, hasta el lugar donde había estado antes su tienda entre Bethel y Hai;
Y SIGUIÓ Jacob su camino, y fué á la tierra de los orientales.
Entonces el criado corrió hacia ella, y dijo: Ruégote que me des á beber un poco de agua de tu cántaro.
En los días de Samgar hijo de Anath, en los días de Jael, cesaron los caminos, y los que andaban por las sendas apartábanse por torcidos senderos.
Y los hombres de aquel lugar le preguntaron acerca de su mujer; y él respondió: Es mi hermana; porque tuvo miedo de decir: Es mi mujer; que tal vez, dijo, los hombres del lugar me matarían por causa de Rebeca; porque era de hermoso aspecto.
Y díjoles Jacob: Hermanos míos, ¿de dónde sois? Y ellos respondieron: De Harán somos.
Y salió Jacob de Beer-seba, y fué á Harán;
Y encontró con un lugar, y durmió allí, porque ya el sol se había puesto: y tomó de las piedras de aquel paraje y puso á su cabecera, y acostóse en aquel lugar.
Huyó, pues, con todo lo que tenía; y levantóse, y pasó el río, y puso su rostro al monte de Galaad.
Alcanzó pues Labán á Jacob, y éste había fijado su tienda en el monte: y Labán plantóla con sus hermanos en el monte de Galaad.
Entonces se levantó Jacob, y subió sus hijos y sus mujeres sobre los camellos.
Y levantóse aquella noche, y tomó sus dos mujeres, y sus dos siervas, y sus once hijos, y pasó el vado de Jaboc.
Y Jacob se partió á Succoth, y edificó allí casa para sí, é hizo cabañas para su ganado: por tanto llamó el nombre de aquel lugar Succoth.
Y dijo: Anda, y vamos; y yo iré delante de ti.
Y el criado tomó diez camellos de los camellos de su señor, y fuése, pues tenía á su disposición todos los bienes de su señor: y puesto en camino, llegó á Mesopotamia, á la ciudad de Nachôr.
Por lo cual llamó al pozo, Pozo del Viviente que me ve. He aquí está entre Cades y Bered.
Y comieron y bebieron él y los varones que venían con él, y durmieron; y levantándose de mañana, dijo: Enviadme á mi señor.
Y venía Isaac del pozo del Viviente que me ve; porque él habitaba en la tierra del Mediodía;
E Isaac se fué de allí; y asentó sus tiendas en el valle de Gerar, y habitó allí.
Y pasó el presente delante de él; y él durmió aquella noche en el campamento.
Y puso las siervas y sus niños delante; luego á Lea y á sus niños; y á Rachêl y á José los postreros.
Y llegó Jacob á Luz, que está en tierra de Canaán, (esta es Beth-el) él y todo el pueblo que con él estaba;
Y partió Israel, y tendió su tienda de la otra parte de Migdaleder.
Y de allí subió á Beer-seba.
Y he aquí, yo soy contigo, y te guardaré por donde quiera que fueres, y te volveré á esta tierra; porque no te dejaré hasta tanto que haya hecho lo que te he dicho.
Y vino Jacob sano á la ciudad de Sichêm, que está en la tierra de Canaán, cuando venía de Padan-aram; y acampó delante de la ciudad.
Y partiéronse, y el terror de Dios fué sobre las ciudades que había en sus alrededores, y no siguieron tras los hijos de Jacob.
Y descendieron los diez hermanos de José á comprar trigo á Egipto.
Y ellos pusieron su trigo sobre sus asnos, y fuéronse de allí.
Y aconteció que como acabaron de comer el trigo que trajeron de Egipto, díjoles su padre: Volved, y comprad para nosotros un poco de alimento.
Si enviares á nuestro hermano con nosotros, descenderemos y te compraremos alimento:
Y dijeron: Ay, señor mío, nosotros en realidad de verdad descendimos al principio á comprar alimentos:
Venida la mañana, los hombres fueron despedidos con sus asnos.
Y partidos de Succoth, asentaron campo en Etham, á la entrada del desierto.
Y llegaron á Elim, donde había doce fuentes de aguas, y setenta palmas; y asentaron allí junto á las aguas.
Y cuando la nube se alzaba del tabernáculo, los hijos de Israel se movían en todas sus jornadas:
Pero si la nube no se alzaba, no se partían hasta el día en que ella se alzaba.
Y cuando era que la nube se detenía desde la tarde hasta la mañana, cuando á la mañana la nube se levantaba, ellos partían: ó si había estado el día, y á la noche la nube se levantaba, entonces partían.
A lo largo de las Escrituras, el viaje emerge no meramente como un acto físico de movimiento, sino como una profunda metáfora del trayecto de la vida y la relación de la humanidad con Dios. Estos versículos seleccionados revelan el cuidado providencial de Dios por los viajeros, Su promesa de guía y la importancia de la fe y la dependencia durante tiempos de incertidumbre y transición. Desde la fiel partida de Abraham hasta el ministerio de Jesús en el camino y los viajes misioneros de Pablo, la Biblia subraya que Dios viaja *con* nosotros, ofreciendo protección, sabiduría y propósito. Reflexiona sobre estos pasajes no solo cuando viajas físicamente, sino como un recordatorio constante de que la vida misma es una peregrinación. Que abracemos cada paso con fe, buscando la guía de Dios y confiando en Su presencia inquebrantable hasta que alcancemos nuestro destino final. Que estos versículos fomenten una conexión más profunda con Dios mientras navegamos el camino que Él ha trazado ante nosotros.