Versículos bíblicos sobre Esposas
Versículos bíblicos sobre las Esposas
Explorar lo que dice la Biblia sobre las esposas revela un tapiz de sabiduría, guía y profundo respeto. La Escritura ilumina el rol vital que una esposa juega en el matrimonio, la familia y la comunidad más amplia. Al comprender estos versículos, ganamos percepción sobre el diseño de Dios para el matrimonio, enfatizando el amor, la asociación y el apoyo mutuo. Profundizar en estos pasajes no se trata solo de entender roles; se trata de descubrir el significado espiritual del vínculo matrimonial y apreciar la fuerza única, gracia y sabiduría que una esposa trae a esta unión sagrada, reflejando el amor de Cristo por la iglesia.
Versículos más útiles
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Y levantóse Jacob de Beer-seba; y tomaron los hijos de Israel á su padre Jacob, y á sus niños, y á sus mujeres, en los carros que Faraón había enviado para llevarlo.
Sus niños serán estrellados delante de ellos; sus casas serán saqueadas, y forzadas sus mujeres.
Solamente vuestras mujeres, vuestros niños, y vuestros ganados, (yo sé que tenéis mucho ganado,) quedarán en vuestras ciudades que os he dado,
Scripture Passages
Y halló Adad grande gracia delante de Faraón, el cual le dió por mujer á la hermana de su esposa, á la hermana de la reina Thaphnes.
Y estad atentos: y cuando viereis salir las hijas de Silo á bailar en corros, vosotros saldréis de las viñas, y arrebataréis cada uno mujer para sí de las hijas de Silo, y os iréis á tierra de Benjamín:
Así ha dicho Ben-adad: Tu plata y tu oro es mío, y tus mujeres y tus hijos hermosos son míos.
Y tú manda: Haced esto: tomaos de la tierra de Egipto carros para vuestros niños y vuestras mujeres; y tomad á vuestro padre, y venid.
¿Y por qué nos trae Jehová á esta tierra para caer á cuchillo, y que nuestras mujeres y nuestros chiquitos sean por presa? ¿no nos sería mejor volvernos á Egipto?
Los cuales tomaron para sí mujeres de Moab, el nombre de la una Orpha, y el nombre de la otra Ruth; y habitaron allí unos diez años.
Mas si no nos prestareis oído para circuncidaros, tomaremos nuestra hija, y nos iremos.
Así ha dicho Jehová: He aquí yo levantaré sobre ti el mal de tu misma casa, y tomaré tus mujeres delante de tus ojos, y las daré á tu prójimo, el cual yacerá con tus mujeres á la vista de este sol.
Y cualquiera hija que poseyere heredad de las tribus de los hijos de Israel, con alguno de la familia de la tribu de su padre se casará, para que los hijos de Israel posean cada uno la heredad de sus padres,
Los cuales tomaron para sí mujeres de Moab, el nombre de la una Orpha, y el nombre de la otra Ruth; y habitaron allí unos diez años.
Y de los sacerdotes: los hijos de Habaías, los hijos de Cos, los hijos de Barzillai, el cual tomó mujer de las hijas de Barzillai Galaadita, y se llamó del nombre de ellas.
Y tuvo setecientas mujeres reinas, y trescientas concubinas; y sus mujeres torcieron su corazón.
Y cuando vinieren los padres de ellas ó sus hermanos á demandárnoslo, nosotros les diremos: Tened piedad de nosotros en lugar de ellos: pues que nosotros en la guerra no tomamos mujeres para todos: que vosotros no se las habéis dado, para que ahora seáis culpables.
ENTONCES fué grande el clamor del pueblo y de sus mujeres contra los Judíos sus hermanos.
Sesenta son las reinas, y ochenta las concubinas, y las doncellas sin cuento:
Y oyó Moisés al pueblo, que lloraba por sus familias, cada uno á la puerta de su tienda: y el furor de Jehová se encendió en gran manera; también pareció mal á Moisés.
Las cuales, si se casaren con algunos de los hijos de las otras tribus de los hijos de Israel, la herencia de ellas será así desfalcada de la herencia de nuestros padres, y será añadida á la herencia de la tribu á que serán unidas: y será quitada de la suerte de nuestra heredad.
Y en la casa en que él moraba, había otro atrio dentro del pórtico, de obra semejante á esta. Edificó también Salomón una casa para la hija de Faraón, que había tomado por mujer, de la misma obra de aquel pórtico.
Y tú manda: Haced esto: tomaos de la tierra de Egipto carros para vuestros niños y vuestras mujeres; y tomad á vuestro padre, y venid.
También tomó David á Ahinoam de Jezreel, y ambas á dos fueron sus mujeres.
LA mujer sabia edifica su casa: mas la necia con sus manos la derriba.
Y en cuanto á personas, de mujeres que no habían conocido ayuntamiento de varón, en todas treinta y dos mil.
Empero se fortificó Abías; y tomó catorce mujeres, y engendró veintidós hijos, y dieciséis hijas.
Y concluyeron, con todos aquellos que habían tomado mujeres extranjeras, al primer día del mes primero.
Entonces Sara negó diciendo: No me reí; porque tuvo miedo. Y él dijo: No es así, sino que te has reído.
Y concluyeron, con todos aquellos que habían tomado mujeres extranjeras, al primer día del mes primero.
Las dos mujeres de David, Ahinoam Jezreelita y Abigail la que fué mujer de Nabal del Carmelo, también eran cautivas.
Entonces Sara negó diciendo: No me reí; porque tuvo miedo. Y él dijo: No es así, sino que te has reído.
Y levantóse Jacob de Beer-seba; y tomaron los hijos de Israel á su padre Jacob, y á sus niños, y á sus mujeres, en los carros que Faraón había enviado para llevarlo.
Y Labán respondió: No se hace así en nuestro lugar, que se dé la menor antes de la mayor.
Mejor es el que tarde se aira que el fuerte; y el que se enseñorea de su espíritu, que el que toma una ciudad.
Y David subió allá, y con él sus dos mujeres, Ahinoam Jezreelita y Abigail, la que fué mujer de Nabal del Carmelo.
Y oyó Moisés al pueblo, que lloraba por sus familias, cada uno á la puerta de su tienda: y el furor de Jehová se encendió en gran manera; también pareció mal á Moisés.
Y en la casa en que él moraba, había otro atrio dentro del pórtico, de obra semejante á esta. Edificó también Salomón una casa para la hija de Faraón, que había tomado por mujer, de la misma obra de aquel pórtico.
Booz pues tomó á Ruth, y ella fué su mujer; y luego que entró á ella, Jehová le dió que concibiese y pariese un hijo.
Y David subió allá, y con él sus dos mujeres, Ahinoam Jezreelita y Abigail, la que fué mujer de Nabal del Carmelo.
Y Abraham respondió: Porque dije para mí: Cierto no hay temor de Dios en este lugar, y me matarán por causa de mi mujer.
Y levantóse Jacob de Beer-seba; y tomaron los hijos de Israel á su padre Jacob, y á sus niños, y á sus mujeres, en los carros que Faraón había enviado para llevarlo.
Estos varones son pacíficos con nosotros, y habitarán en el país, y traficarán en él: pues he aquí la tierra es bastante ancha para ellos: nosotros tomaremos sus hijas por mujeres, y les daremos las nuestras.
Así ha dicho Ben-adad: Tu plata y tu oro es mío, y tus mujeres y tus hijos hermosos son míos.
La Biblia ofrece sabiduría atemporal para las esposas, enfatizando el respeto, el amor, la sumisión y el carácter virtuoso como elementos fundamentales en el matrimonio. Los versículos destacan la importancia de la belleza interior de una esposa, su rol como ayudante y socia, y la bendición de una relación fuerte y de apoyo con su esposo. Estos pasajes no se trata de expectativas sociales anticuadas, sino de cultivar un matrimonio centrado en Cristo caracterizado por el honor y la devoción mutuos. Reflexionar sobre estos versículos anima a las esposas a examinar sus corazones y acciones, esforzándose por encarnar las cualidades piadosas descritas. Ya sea a través de actos de servicio, palabras de afirmación o un compromiso con la oración, aplicar estos principios puede llevar a matrimonios más fuertes y plenos que glorifiquen a Dios y reflejen su amor al mundo. Que estos versículos sean una fuente continua de guía e inspiración en el viaje del matrimonio.